En el ajetreo de la vida cotidiana, a menudo olvidamos valorar los momentos sencillos que componen nuestra existencia. La Antigua Plegaria Hebrea que compartimos con vosotros es un hermoso recordatorio para vivir con plena conciencia y gratitud. Esta plegaria nos invita a despertar cada día con entusiasmo, a apreciar los rayos del sol que entran por nuestra ventana, y a encontrar belleza en las cosas más simples, como el pan y el agua.

Es crucial que logremos identificar lo positivo en cada persona que encontramos, incluso en los momentos más rutinarios. Además, la plegaria nos recuerda la importancia de expresar nuestro amor hacia los seres queridos y de tomar un momento para agradecer por la salud y el equilibrio interno que, a menudo, damos por sentados.

Asimismo, La Antigua Plegaria Hebrea nos enseña a separar el trabajo de la vida personal, a valorar las cosas por su verdadero significado y no por su precio, y a entender que nuestra existencia es un regalo. Nos invita a vivir sin comparaciones y con la sabiduría de saber que somos, en última instancia, polvo y ceniza. Nos anima a bailar y cantar con alegría, reconociendo que cada segundo de vida es un milagro.

Este es un recordatorio para todos nosotros de vivir con un corazón agradecido y una mente despierta. Al tomar conciencia de la magia que reside en los pequeños momentos, podemos transformar nuestras vidas y vivir con más plenitud.

*  “Que tus despertares te despierten. Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme. Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer.
*  Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruza en tu camino.
*  Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque solo sea pan y agua.
*  Y de encontrar algún momento en el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo alto y agradecer por el milagro de la salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno. Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
*  Y que tus abrazos, abracen. Y que tus besos, besen.
*  Y que los atardeceres no dejen de sorprenderte, y que nunca dejes de maravillarte.
*  Que al anochecer llegues cansada/o y satisfecho/a por la tarea realizada durante el día. Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
*  Y que no confundas tu trabajo con la vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. Y que no te creas más que nadie porque solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
*  Y que no te olvides, ni por un instante que cada segundo de la vida es un regalo, un obsequio y que si fuéramos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello.»

Si deseas explorar más sobre cómo vivir conscientemente y cultivar la gratitud en tu vida, te invitamos a visitar nuestro sitio Centro Hope College para descubrir recursos que te ayudarán en tu camino.