
La trampa de la sobreexigencia a los hijos puede parecer una estrategia positiva para motivar a los hijos, pero en realidad, mina silenciosamente su autoestima y bienestar emocional. Este patrón se instala cuando el reconocimiento depende del rendimiento y nunca parece suficiente. “Está bien, pero podías hacerlo mejor” es una frase que, repetida, se transforma en una losa para el corazón de un niño.
Reconocer la trampa de la sobreexigencia a los hijos y empezar a soltarla
Muchos adultos fueron criados bajo el mandato de la excelencia, donde el error era sinónimo de fracaso. Sin embargo, repetir ese patrón con los hijos puede afectar profundamente su seguridad interna. La trampa de la sobreexigencia nace de la mejor intención: amar y proteger, pero termina enseñando que el amor hay que ganárselo. Si un niño crece creyendo que su valor depende de su rendimiento, crecerá con miedo a fallar, ansiedad, baja autoestima y una voz interna crítica que no le dará tregua.
¿Cómo romper este ciclo? El primer paso es observarte. Pregúntate si te hablas con la misma exigencia que a tu hijo. Reflexiona si el perfeccionismo está presente en tu vida diaria. Luego, permite el error, celebra el intento y el aprendizaje. Acompaña con presencia en lugar de con presión.
Ser un referente emocional saludable no implica ser perfecto, sino humano. Mostrarte vulnerable, contar tus errores y cómo aprendiste de ellos es un acto de amor que enseña sin dañar. La autoestima infantil florece cuando los niños se sienten amados por lo que son, no por lo que logran.
🌟 Transforma tu vida con nuestra comunidad de Hopers. Encuentra inspiración y recursos únicos para crecer y sanar.
👉 Suscríbete: http://www.youtube.com/@Be_a_Hoper
🌈 Accede a todo lo que necesitas aquí: https://linktr.ee/beahoper.
¡Gracias por leer! 🌟


