Hoy quiero compartir la inspiradora historia de Superación Canina y el Poder del Amor de Vaiana, una perrita de 8 años que conocí en una playa de Cantabria. Vaiana estaba en un carrito que sus dueños, una encantadora pareja de Logroño, empujaban con mucho amor.

Cuando me contaron la historia de Vaiana, me conmovió profundamente, y creo que merece ser compartida.

Vaiana fue brutalmente golpeada en la espalda con un palo, lo que la dejó parapléjica. Estuvo durante un tiempo en el centro de acogida de la asociación ApaRioja, donde nadie se animaba a adoptarla debido a los cuidados especiales que requería, como el manejo de la retención urinaria y su incapacidad para caminar.

Sin embargo, su actual dueño, miembro de la asociación, decidió adoptarla. Según él, cuando la acogieron, estaba en muy mal estado. Pero el amor incondicional de esta pareja ha hecho que Vaiana, un símbolo de Superación Canina y el Poder del Amor, se aferre a la vida con todas sus fuerzas. A pesar de todo, es una perrita increíblemente alegre. Cuando la conocí, intentaba jugar con mi perro, ladrando emocionada. Aunque no puede usar sus patas traseras, se arrastra con las delanteras para participar en el juego.

Lo curioso es que Vaiana tiene más hermanos adoptivos en casa, pero de todos ellos, mi perro solo quería jugar con Vaiana, demostrando que su vitalidad y energía traspasan cualquier limitación física.

Os preguntaréis, ¿por qué cuento esta historia en un blog de Psicoterapia? Pues bien, los seres humanos, cuando sufrimos una pérdida o enfrentamos una adversidad, tendemos a pasar años lamentándonos por lo que ya no tenemos, en lugar de enfocarnos en lo que sí nos queda y agradecerlo. Esto nos impide disfrutar el presente tanto como podríamos.

Por eso, os invito a reflexionar: si Vaiana ha sido capaz de superar el pasado y seguir adelante con alegría, ¿por qué no hacemos nosotros lo mismo?

Si ella pudo dejar de lado el dolor y vivir el presente, nosotros también podemos. No te quedes atrapado en el pasado, como la mujer de Lot, que por mirar atrás se convirtió en estatua de sal. Sé como Vaiana, que ha convertido los limones amargos de la vida en la más dulce de las limonadas, y encuentra la fortaleza para seguir adelante con alegría.

Os animo a visitar la página de ApaRioja para conocer más sobre esta perrita y su energía contagiosa.