Son muchas personas las que no creen que valen porque se comparan con los demás. Y es fruto de esa comparación que muchas personas no se permiten expresar sus talentos ni desarrollarlos ni disfrutarlos. Por ello hoy voy a hablar de cómo evitar compararse:
- Darse cuenta de que nadie es realmente perfecto. Todos somos perfectos con nuestras imperfecciones, con lo positivo y con lo negativo.
- Darse cuenta de que todos somos únicos, para empezar tenemos unas huellas dactilares únicas, que no las pueden tener ninguna otra persona salvo nosotros.
- No todo lo que vislumbra es oro. Hay gente que admira personas que son sólo puro fachadas, y cuando realmente ven con ojos más profundos, se dan cuenta de que esa persona no tiene los cimientos bien puestos. Así que si admiras a alguien, que no sea exteriormente sino también interiormente.
- No todos podemos ser Ronaldo ni Nadal, pues esa no es la esencia que nos ha tocado.
- Y lo importante es ver de qué esencia estamos hechos nosotros. Pues en realidad si nos empeñamos en ser aquella esencia que no es nuestra, no descubriremos nuestra verdadera esencia y aquello en lo que podemos brillar.
- Alégrate cuando conozcas alguien que admires pues puede ser fuente de inspiración en vez de enrabietarte porque eso no lo tienes tú.
- Cuando encuentres alguien que admires, puedes incorporar algo de lo que tiene esa persona a tu coctail personal, pero no trates de copiar su esencia, pues su esencia es irrepetible y no todo encajará contigo.
- Unido a lo anterior, acepta cuál es tu coctail básico y aprende a conocerlo bien pues si le prestas más atención a ti mismo, encontrarás un montón de posibilidades en ti.
- No pagues con los demás por algo que ellos tienen y tú no, pues eso sólo te cargará de energía negativa. Y ellos no tienen la culpa de tenerlo.
- Recuerda que sólo amándote de verdad podrás reconocer tus virtudes en ti mismo y en los demás.
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