Continuando con el artículo sobre la ayuda inteligente, os daré unas estrategias de cómo ayudar de forma más eficaz a tus seres queridos y amigos.
- Lo primero de todo es saber que sólo podemos ayudar con lo que tenemos y podemos. Es decir, si una amiga te pide que la ayudes en algo y tú en ese momento tienes muy poca energía, si aún así la ayudas, puede generarte resentimiento a largo plazo, al no ser que lo decidas de una forma muy consciente. Y si no es el caso, es importante respetarse en ese momento.
- Cuando se ofrece la ayuda también es importante darse cuenta que el otro lo necesite y no tome de ti innecesariamente, pues sentarás un precedente para que se acostumbre a pedirte cosas que él mismo puede solucionar.
- Si nos exigen ayudar más de lo que podemos dar, es importante respetarse.
- En muchas ocasiones la verdadera ayuda consiste en renunciar a ayudar, para que así el otro pueda tomar responsabilidad de sus emociones, sentimientos, acciones o su vida.
- Ante un adulto que acude en busca de ayuda, el ayudador debe presentarse también como adulto. Así rebate los intentos del que pide ayuda de colocarlo en el papel de madre o de padre.
- Es importante aceptar las circunstancias externas (enfermedades hereditarias…) e internas (misión, personalidad de la persona, las implicaciones en destinos de otros miembros de la familia), y sólo intervenir hasta donde ellas lo permitan. Si la ayuda no tiene en cuenta las circunstancias externas, queda destinada al fracaso. Por ejemplo, a muchos ayudadores puede parecerles duro el destino de otro y desearían modificarlo.
- Es importante saber equilibrar el dar con el recibir y pedir. Si en una relación hay uno que es el que da y el otro solo pide o recibe, esa relación está llamada a su fin, pues tarde o temprano uno de ellos, se cansará.
- Por último, también es importante discernir si la persona es ayudable o no. Es decir, si quiere cambiar o no. Ejemplo: Hay personas que les gusta desahogarse con las amigas, pero no quieren cambiar nada su situación, por lo que sus amigas están haciendo un gran esfuerzo de tiempo y de energía, sin que nunca logren que resuelva su problema.
- Antes de ayudar, también es importante asegurarte que la otra persona quiere recibir y ha solicitado la ayuda, no lanzarse como Super salvador a la caza de toda persona en apuros.
- Evitar entrar en el triangulo de Salvador, Perseguidor y Víctima, del que es muy difícil salir.
